La presencia de grasas en heces puede ser un síntoma de una enfermedad grave. Te explicamos los casos más habituales de las grasas en las heces y por qué es importante tratarlo.
Para medir la cantidad de grasa presente en las heces es necesario hacer un examen fecal. De esta forma se puede conocer la cantidad de grasa que no ha sido absorbida por el organismo, y ha acabado siendo expulsada en las heces.
Preparación para el examen de heces grasientas

Antes de hacer un examen de heces para detectar la presencia y la cantidad de grasa, hay que segur una dieta con una cantidad normal de grasa, unos 100 gramos al día. Una cantidad excesiva dificultaría su absorción, aunque no haya una patología, por lo que el examen nos podría dar un falso positivo. Tu médico te informará sobre si debes seguir tomando tu medicación habitual o debes interrumpirla.
Cuándo se hace la prueba de presencia de grasa en las heces
La prueba de grasas en heces se hace cuando la persona presenta síntomas y signos propios de la malabsorción de las grasas de a dieta. Los principales son heces grasientas, desligadas y malolientas, diarrea persistente y/o abundante, dolor y molestias abdominal, distensión abdominal, flatulencia excesiva, pérdida de peso aparentemente sin motivo y la falta de medro en los niños.
Resultados del examen de grasas en heces
Examinar la cantidad de grasa en las heces permite conocer el funcionamiento del tracto digestivo y los órganos asociados a él, como el hígado, la vesícula biliar, el páncreas y el intestino.
Lo normal es que la cantidad de grasa en las heces sea inferior a 7 gramos por un periodo de 24 horas. La grasa de la dieta nunca se absorbe en su totalidad, por lo que es normal que una pequeña cantidad sea expulsada.
Si la cantidad de grasa presente es mayor, estaríamos hablando de un caso de esteatorrea o malabsorción de las grasas. Esta malabsorción de las grasas puede estar causada multitud de enfermedades. A continuación os nombramos las principales:
- Enteritis por radiación
- Síndrome del intestino corto
- Esprúe
- Tumor y/o cáncer pancreático o biliar
- Estenosis biliar
- Celiaquía o alegría al gluten
- Pancreatitis crónica
- Pancreatitis
- Enfermedad de Whipple
- Exceso de bacterias en el intestino delgado
- Enfermedad de Crohn
- Fibrosis quística
- Cálculos biliares o colelitiasis.
Cómo se recoge la muestra de heces en niños
Existen muchas formas para recoger la muestra de heces que será analizada a posteriori. La elección de una técnica u otra depende de la edad y del estado de salud del paciente, siendo el especialista médico el que decide.
Se deben recoger todas las heces producidas durante 24 horas, o si no fuera posible, muestras de algunas de las heces durante tres días. Hay que indicar el nombre del paciente, la hora de la defecación y la fecha.
Adultos y niños: lo más común es usar una bolsa de plástico para recoger las heces. Para ello se suministra una gasa especial y estéril que se usará para recoger la muestra, después se coloca dentro de la bolsa y se cierra de forma hermética.
Bebes y niños que usan pañales: las heces se recogen en el propio pañal. Para ello se suministra un recubrimiento especial que se coloca en el pañal, que además de para recoger, sirve para impedir que las heces se mezclen con la orina.
Falsos positivos en el examen
Existen algunos factores que pueden causar una malabsorción de las grasas de la dieta, dando lugar a un aumento de la presencia de grasa en las heces sin que exista ninguna enfermedad que lo cause.
Las causas más frecuentes de esto son: un consumo excesivo de grasas en la dieta, uso de laxantes, aplicación de vaselina, el uso de enemas, preparados de bario, aceites minerales, inhibidores de la absorción de grasa y sustitutivos de las grasas.