Azúcar en la sangre, qué significa y cómo controlarlo

Azúcar en la sangre o glucemia es la concentración de glucosa que circula por el torrente sanguíneo de un ser vivo. Los alimentos que ingerimos en la dieta se ven sometidos a un complejo proceso de digestión, tras el cual quedan libres los diferentes nutrientes que pueden atravesar los enterocitos para llegar hasta la sangre. La glucosa es el monómero principal en los hidratos de carbono de los alimentos, y es el principal combustible para las células.

Niveles normales de azúcar en la sangre

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Los valores normales de glucosa en sangre en ayuno están comprendidos entre 70 y 100 mg/dl. Si la cantidad es inferior a 70 mg/dl se habla de hipoglucemia, si el valor es superior a 100 mg/dl pero inferior a 126 mg/dl se habla de glucosa alterada en ayuno, por último si el valor es superior a 126 mg/dl se habla de hiperglucemia. En el caso de los niños pequeños el margen es menor, estando los valores normales comprendidos entre 40 mg/dl y 100 mg/dl. El valor de la glucemia no es un valor fijo, sino que va variando a lo largo del día, siendo más alto tras una comida y más bajo tras un largo periodo de ayuno. Es por ello que cuando vamos a hacernos un análisis de sangre nos dicen que vayamos por la mañana en ayunas.

Los valores de glucemia en ayunas más altos de 100 mg/dl son el mejor indicativo de la existencia de un problema en el metabolismo de los hidratos de carbono. Generalmente los casos de glucosa alterada en ayuno se corresponden a un estado de prediabetes, en el cual se está empezando a desarrollar una resistencia a la insulina, pero aún no es suficiente para hablar de diabetes. Si no se trata el problema es de esperar que vaya empeorando con el tiempo, hasta que se alcance una glucemia en ayunas igual o superior a 126 mg/dl, situación en la que ya estaríamos frente a un caso de diabetes mellitus tipo 2 o de resistencia a la insulina.

Os dejamos una tabla resumen de los valores de glucemia en ayunas:

Valores de glucemia en ayunas
Hipoglucemia < 70 mg/dl (niños < 40 mg/dl)
Normal 70 – 100 mg/dl (niños 40 -100 mg/dl)
Prediabetes 101 – 125 mg/dl
Diabetes ≥126 mg/dl
  • Si medios la glucemia una hora después de comer se considera normal un valor menor de 140 mg/dl en personas sanas y menor de 170 mg/dl en personas diabéticas. En el caso de embarazadas también debe ser menor de 140 mg/dl.

Niveles de azúcar en sangre peligrosos

peligros del azúcar en la sangre

En caso de presentarse valores de azúcar en sangre superiores a 100 mg/dl se debe investigar la causa para poder aplicar un tratamiento a tiempo. La diabetes mellitus es la causa más común de alteración de la glucemia, aunque también puede verse afectada por muchas otras causas. A continuación enumeramos las causas más comunes de glucemia elevada:

  • Diabetes mellitus.
  • Estrés.
  • Enfermedades renales.
  • Feocromocitoma.
  • Embarazo.
  • Medicamentos.
  • Hipertiroidismo.
  • Pancreatitis.
  • Síndrome de Cushing.
  • Tumores de páncreas.

Si se detecta a tiempo la causa es muy probable que pueda aplicarse un tratamiento adecuado para frenar el progreso de la enfermedad o ralentizarla lo máximo posible. Los valores azúcar en sangre altos son dañinos para las células y las terminaciones nerviosas, algunas de las complicaciones más comunes en la diabetes incluyen fallo renal, ceguera y amputación de miembros por heridas que no se curan y se infectan. Por tanto, la diabetes es una enfermedad grave ante la cual nunca se debe actuar de forma pasiva.

Los valores de glucemia baja no tienen complicaciones tan graves como la glucemia elevada, en este caso los síntomas pueden incluir mareos, náuseas y debilidad. Existen enfermedades graves que producen una bajada en la glucemia, por ello es muy importante que acudamos al médico para hacer el diagnóstico.

Algunas causas de hipoglucemia son:

  • Dietas muy restrictivas.
  • Enfermedades del hígado.
  • Enfermedad de Addison.
  • Administración de insulina en exceso.
  • Hipopitituarismo.
  • Hipotiroidismo.
  • Insulinoma.

Síntomas de tener la glucemia alta

Unos niveles de glucemia ligeramente elevados pueden pasar inadvertidos para la persona que los sufre, por ello es importante hacerse un análisis de sangre cada año o cada medio año para detectar posibles irregularidades antes de que sea demasiado elevadas. En los casos de hiperglucemias más severas se pueden dar varios síntomas, no tienen porque aparecer todos ellos.

Orinar mucho

Cuando la glucosa se acumula en la sangre en grandes cantidades tiene que ser eliminada por la orina, los riñones son los órganos encargados de realizar esta función. Esto hace que estos pequeños órganos se vean sometidos a una carga de trabajo mucho más elevada, lo que a la larga puede conducir a un fallo renal reversible o irreversible en los casos más graves. Al eliminarse una gran cantidad de glucosa en la orina aumenta el volumen de esta última para evitar que se concentre demasiado, como resultado se tiene mucha necesidad de orinar.

Mucha sed

Esto está muy relacionado con el punto anterior, al orinar mucho se pierde mucha agua corporal, causando deshidratación y la sensación constante de tener sed aunque bebas mucho. Tener mucha sed es algo que debería hacernos pensar que algo puede estar funcionando mal en nuestro cuerpo, aunque si es por el verano podremos estar más tranquilos 😉

Pérdida de peso

Si la acumulación de azúcar en sangre se debe a una falta de sensibilidad de las células a la insulina, estas no podrán hacer uso de este combustible, por lo que el organismo estará falto de energía. Nuestro organismo está diseñado para mantener sus funciones vitales por encima de todo, por ello sacará la energía que necesite de la reserva de grasa e incluso de los depósitos de proteínas musculares. Como consecuencia la persona puede experimentar una pérdida de peso, aunque no haya mermado su apetito.

Cansancio

Otra consecuencia de la falta de disponibilidad de glucosa para las células musculares es el cansancio. Los órganos vitales son la prioridad de nuestro organismo, de forma que reducirá la cantidad de energía disponible para actividades no vitales.

Cómo bajar el azúcar en la sangre

Si la glucemia está muy alterada va a ser muy difícil esquivar el uso de medicamentos. A parte de tomar la medicación recetada por el médico, la persona afectada debe cambiar su estilo de vida, incluyendo tanto la dieta como el ejercicio físico. En cuanto a la dieta, se debe evitar el consumo de alimentos con azúcares añadidos, moderar la ingesta de fruta, aumentar el consumo de fibra y usar todos los cereales y derivados integrales que sea posible.

El ejercicio físico es también fundamental para el control de la glucemia elevada. Se ha demostrado que la práctica de ejercicio físico con regularidad mejora la sensibilidad de las células musculares a la insulina, especialmente en el caso del entrenamiento con pesas. El ejercicio aeróbico también nos puede ayudar, haciendo que consumamos una gran cantidad de glucosa y bajando el nivel de glucemia. Se recomienda caminar una hora cada día como mínimo, y si podemos complementarlo con otras actividades como correr o el entrenamiento con pesas mejor. reducir o eliminar el sobrepeso es también una medida muy importante para evitar la diabetes.

Una revisión del año 2014 pone en cuestión las recomendaciones dietéticas actuales para los diabéticos. Este importante estudio señala la importancia de una dieta baja en hidratos de carbono para el control de la diabetes, las conclusiones más importantes del estudio son las siguientes:

  • Dichas dietas reducen de manera confiable el alto nivel de glucosa en sangre, la característica más importante de la diabetes.
  • Los beneficios no requieren pérdida de peso, aunque nada es mejor para bajar de peso.
  • Las dietas restringidas en carbohidratos reducen o eliminan la necesidad de medicamentos.
  • No hay efectos secundarios comparables con los observados en el tratamiento farmacológico intensivo.
  • La dieta total y la grasa saturada no se correlacionan con el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  •  Intercambiar CH por proteína es, en general, beneficioso.

Este importante estudio científico pone en evidencia que los diabéticos son un grupo poblacional que se puede beneficiar especialmente de una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas y proteínas.

Conclusión

El azúcar en la sangre es un parámetro que debemos vigilar, pues un valor alterado puede ser el síntoma de una enfermedad muy grave como la diabetes o algunos casos de cáncer. Conocer el problema es el primer paso para instaurar un tratamiento adecuado que mejore la calidad de vida y la salud.

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